De
Canarias a Senegal

Quien
no ha soñado con ganarse la lotería
alguna vez en la vida, pues la mayoría de
nosotros supongo. Nuestro protagonista no fue el
caso, pero sí que gano algo muy especial
para todo aquel amante a esa aventura creada por
Thierry Sabine, y en la que en diciembre de 1978
se disputara la primera edición, el Dakar,
y que haciendo un poco de memoria, la historia de
esta carrera mítica, donde el propio Sabine
tras perderse en el desierto del Teneré,
mientras disputaba el Rally Abidijan-Niza, apuntó
estuvo de costarle la vida, motivo por el que quería
devolverle al desierto lo que había significado
para él esa experiencia, y se le ocurrió
una carrera donde comenzara en el viejo continente
europeo y acabara en África, aunque posteriormente
las versiones fueran cambiantes el espíritu
al que el francés quería acercarse,
estaba ya logrado y consolidado, siendo hoy por
hoy una de las pruebas automovilística con
más repercusión de todo el mundo.

El
desierto, y todos aquellos factores que formaban
parte del raid - aventura, y que Thierry Sabían
amaba tanto, creo que no le habían devuelto
con creces en la misma medida todo lo que el francés
había dado por ello, y es que si ya en el
año 77, en Libia casi muere, ya la siguiente
no lo contaría, nueve años más
tarde en Mali, en el helicóptero que viajaba
él y seis personas más era atrapado
por una tormenta de arena, muriendo todos los tripulantes,
y siendo nuevamente el desierto quien marcara su
destino, atrapándolo definitivamente. Pero
como dice esa frase célebre.. the show must
go on, así se hizo, el espirito del Dakar
afortunadamente no murió con él, sería
su padre Gilbert quien tomaba las riendas del destino
del raid, aunque según pasaban los años
terminó por negociar los derecho y traspasarlos
a la empresa Amaury Sport Organisation (A.S.O).

Un
concurso un destino.
En
el año 1989, una empresa potente y relacionada
con la venta de cigarros organiza un concurso donde
tuviera como tema principal, dicha marca y el mundo
de las carreras de coches, y es aquí, en
donde nuestro avispado personaje, un aruquense llamado
Alexis Acosta, que por aquel entonces contaba con
20 añitos, se pone manos a la obra durante
toda esa temporada, realizando fotos a todo lo que
guarde relación con esa marca de cigarros,
con tan buena suerte que una de sus instantáneas
es seleccionada por el jurado del concurso. La foto
en cuestión se trataba de un Camel Off Road,
y el pilotos era Santi Álvarez que por aquel
año llevaba un Renault MaxiTurbo, la técnica
utilizada por Alexis y fue su denominador común
en muchas de las fotos a realizar durante todo ese
año es realizar las exposiciones a baja velocidad,
y le dio muy buen resultado, siendo uno de los ocho
ganadores que iría hasta el mítico
Lago Rosa en Senegal, para ver la última
etapa del París Dakar del año 90.
Rumbo
Dakar
Una
vez ya configurada la expedición Canaria
por parte de la marca de cigarros, donde estaba
compuesto por los ganadores del concurso, periodistas
y responsables de la marca tabaquera en cuestión,
visten a todo el personal con la vestimenta de su
imagen corpórea, fletan un avión de
pequeñas dimensiones y parte del Aeropuerto
de Gran Canaria rumbo a Senegal, una vez tomado
tierra toda la expedición, se desplazan hasta
la mismísima llegada para ver culminar el
raid más famoso del mundo.

Ese
año los vencedores fueron en camiones Giorgio
Villa, Edi Orioli con su Cagiva Elefant en motos
y en coches, el espectacular Peugeot 405 T16 de
Ari Vatanen y Bruno Berglund. Todo un apoteósico
show donde Alexis se quedaba perplejo de cómo
se vivía y él lo hizo en primera persona,
ese gran espíritu del Dakar, ya no solo con
la culminación de la caravana de la carrera
en ese lugar, sino también con el ambiente
y la gran multitud de personas que aguardaban en
todos los alrededores y en ese pasillo humano donde
en su final se daba el banderazo de llegada.
Alexis
Acosta:"Recuerdo como los niños se
nos acercaban y nos vendían coches hechos
con alambres, cajas de fósforos e incluso
Rolex falsificado, donde más de uno de estos
relojes vinieron para Gran Canaria"(añade
unas risas).
Una
vez ya todos los participantes habían llegado
hasta el lago Rosa, como buen aficionado, toca la
sesión de retratos, y ahí que iba
nuestro protagonista a intentar esa foto con el
ganador de esa edición en el apartado de
coches, y lo consiguió, su foto correspondiente
con Ari Vatanen, y como anécdota, volvió
a reencontrarse con él años después
donde con motivo de la Carrera de Campeones que
se celebraba en Gran Canaria, se le acercaba y le
mostraba la foto para que se la firmara, poniendo
ahí el punto y final a su aventura dakariana
.

En
cuanto a Alexis Acosta nunca olvidará esa
aventura que le brindaron en un concurso fotográfico
y gracias a una marca de cigarros, y a lo que al
evento se refiera, pues ya muchos sabemos la forzada
emigración que tuvo que padecer del punto
de su creación hacia Sudamérica por
cuestiones de seguridad, pero quizás y muchos
de nosotros, otros no, esperamos que vuelva al punto
de partida y se reencuentre con su verdadero espíritu,
África.
*Galería
fotográfica | Alexis Acosta
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